Todos aquellos que cuentan con una viña se enfrentan en algún momento, generalmente en enero, a la siguiente pregunta, ¿Cómo puedo podar mi vid? Esto es muy importante porque, como la cortemos, influirá en como esta crece, mantiene su salud y se desarrolla. Por eso, a continuación te contaremos todos los detalles para llevar a cabo la poda de la viña correctamente.

¿Por qué se poda la vid?

Para poder saber cómo se poda una vid, es necesario que primero conozcamos por qué se debe podar. Todas estas plantas varían según su tamaño y posibilidades, por lo que hay una serie de objetivos generales que se deben tener en cuenta a la hora de podar las vides:

• Formar la cepa y mantener la estructura de la misma, lo que hará que sea más sencillo manejar el viñedo.
• Limitar el desarrollo de la cepa, que dependerá enormemente de la variedad y las posibilidades del medio que se use.
• Lograr equilibrar las cosechas, y con ello uniformar los números y los tipos de yemas mantenidas en la cepa.
• Ayudar a que se mejore el flujo de la savia, y buscar el equilibrio entre el desarrollo y la salud de la planta.
• Favorecer a que la misma optimice la calidad de la fruta.
• Reducir el tiempo de envejecimiento de la cepa.

Tipos de poda

Ahora que ya conoces las razones por las que debes podar tus viñas, deberás determinar cuál es el tipo de poda adecuada para la misma. Fíjate en la siguiente clasificación natural:

• Fase: Se encarga de formar, mantener, renovar, transformar o promover la fructificación.
• Estructura: Se lleva a cabo en la cabeza, cordones o brazos.
• Carga: Ejecutada en la zona baja, media o alta basándose siempre en el número de yemas.
• Tipos de elementos: Realizada según la siguiente división; corta (pulgares), larga (varas) o mixta (ambos).
• Época: Verde (despunte, deshojado), invernal.
• Tipo de intervención: Mixta, mecánica o manual.

Diferentes ejecuciones de podas

Poda de formación de la viña

Esta se realiza en los primeros 2 o 3 años de vida de la planta. Con la misma se busca la adaptación de la vide al sistema de cultivo que se esté realizando, todo esto con un objetivo de poda en mente para las demás plantas de nuestro viñedo.
Estas formas podrían ser llevadas de la siguiente manera:

• Formación espaldera: Este tipo de formación se realiza al llegar la primavera, en el segundo año de la planta, en donde la misma brotará con fuerza. La planta creará dos pámpanos, y de estos elegiremos uno y cortaremos el otro. Busca quedarte con aquel que esté más cercano a la base. El segundo podrías dejarlo un año, hasta eliminarlo cuando esté seco. Del pámpano principal se eliminarán todos los rebrotes que no nos importen para no dejar la planta con sobrecarga.
• Formación en vaso: Haremos igual que en el caso anterior, realizar la formación en los primeros años de vida de la planta. Con esta formación, buscaremos antes del invierno quedarnos con el sarmiento más vigoroso y que tenga mayor flujo de savia, cortándolo después en dos yemas vistas. En el segundo año de las dos yemas, se habrán creado dos sarmientos adicionales, y los volveremos a cortar en dos, que nos dejará con cuatros sarmientos. Al pasar el año, elegirás sarmientos para que sigan creciendo, y después de ello cortamos dos yemas de aquellos que cuenten con cepa débil. Sucesivamente irás haciendo esto con las yemas que vayan abriendo, hasta tener control total de la planta.

Poda de fructificación o mantenimiento

Este tipo de poda es la que se realiza una vez tengamos formado nuestro sistema de conducción, y tendrá la finalidad de mantener la formación y el equilibrio en toda la planta, prolongando su longevidad. Se basa en la ejecución de las yemas más fértiles, y que tengan mejor posicionamiento con la luz y aireación del fruto.

Poda de transformación

Con esta poda drástica, se busca reformar la viña, por lo que se deja solo el tronco y alguno de los brazos, uno o dos con un cargador. El objetivo de esta poda es convertir una cepa con poca producción, en una con buen desarrollo.

Poda de renovación

Esta se centra específicamente en renovar dentro de lo posible una planta con poca producción debido al envejecimiento, para llevar a cabo esta poda, será necesario rebajar la planta con una poda en seco. Eliminarás las partes enceguecidas, dejando lugar para las nuevas, recordando dejar, como punto principal, nuevas yemas que se generen durante la primavera.

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